En este siglo XXI la educación inclusiva toma un papel fundamental en el sistema educativo. Defiende que todas las personas tengan una educación de calidad independientemente de cuales sean sus capacidades ya sean físicas o mentales, llevando a cabo nuevas metodologías y adaptaciones que hacen obtener excelente resultados para los Alumnos Con Necesidades Específicas de Apoyo (ACNEAE). Teniendo como base la igualdad, equidad y respeto.

Como hemos nombrado antes, un derecho fundamental del niño es el acceso a la escuela, por lo que este tipo de educación facilita que este derecho se pueda cumplir y además teniendo un aprendizaje de calidad y así, formar integralmente al estudiante, prepararlo para la vida adulta y conseguir que tenga buenos resultados académicos.

No obstante, hay algunas limitaciones en la educación inclusiva y es que hay poca formación docente en estas situaciones y falta de motivación para aprender, por lo que dificulta la comprensión entre alumno-profesor y no llevar a cabo unas medidas acorde con sus necesidades. Por otra parte, tenemos el currículo y las actitudes del profesorado y familias para formarles en valores inclusivos.

Algunas estrategias que ayudan a la hora de esta educación podrían ser las TICs, aprendizaje cooperativo, enfoque multinivel y la cooperación entre centro-familia.